jueves, 15 de octubre de 2009

Cambio Climático


Vivimos en un planeta superpoblado y sobreexplotado, en el que los precedentes modelos de desarrollo económicos encaminados hacía la construcción de grandes infraestructuras y hacia un consumismo desorbitado, han contribuido negativamente al estado de nuestro planeta. Nos encontramos en un punto crucial, en el que las sociedades deben ser participes decidiendo que tipo de políticas desean que se lleven a cabo para que el cambio hacia un mundo mas equitativo y sostenible sea una realidad.


La degradación del Medio Ambiente y el Cambio Climático son problemas que, como tal deben ser enfrentado por los Estados, a efectos darles una solución aceptable, definitiva y razonable. La protección del medio ambiente constituye una necesidad social y un derecho colectivo de los ciudadanos. Las sociedades precisan de instrumentos legales y operativos que contribuyan a la mejora de la calidad de vida y al mejor uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Debido a la modernidad de estos planteamientos aun no existe una legislación efectiva comunitaria sobre el problema. En estos últimos años, es cierto, que se ha hablado mucho del medio ambiente y sobre todo de cambio climático, pero, ¿cómo se están comportando los estados al respecto? Según mi percepción, las políticas implementadas a la fecha, dejan bastante que desear, pues no han tomado nota de la situación real en la que nos encontramos, vivimos en una sociedad que degrada sus mares, costas, selvas, bosques, que son todo uno, sin respetar ningún tipo de frontera. Si bien las relaciones internacionales se encuentran estructuradas en la teoría del poder por la que las fronteras nacionales son inviolables, no se puede decir lo mismo de las consecuencias de políticas públicas incorrectamente ejecutadas, como las referidas al medio ambiente, cuyas consecuencias exceden el ámbito nacional y regional, hasta presentar implicaciones globales. Exigiéndonos, por tanto, la urgente elaboración de tácticas, estrategias y acciones comunes más allá del simple pago por emisiones de CO2.

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